domingo, 15 de abril de 2012

Día 11-12 - Zagreb

El tren a Zagreb fue extremadamente tranquilo. Tras casi 8 horas de viaje llegamos a la capital de Croacia.
Al bajar del tren, como siempre, teniamos que reservar nuestro lugar en el tren a Venecia. Aquí la cosa se complicaba. Por empezar, era el tren más largo de todos y también era nocturno. No solo era el único horario en el que salía sino que en Venecia solo teniamos un día, por lo que era eso o nada. La única solución para que el viaje no sea tan complicado como el de Serbia era viajar durmiendo en camas, por lo que procedimos a hacer esa reserva... claro que advertí que iba a haber anécdotas, las leerán en la próxima entrada de Venecia, de modo que no solo no había camas disponibles sino que nos avisaban que el viaje duraba 12 horas porque había un trasbordo en Villach con 4 horas de espera, de las 0:30 hasta las 4:30 apróximadamente.
En ese instante nos pusimos serios y llegamos al punto de ver la posibilidad de tomar un vuelo directo a Roma saltando Venecia. El tema no era la espera, el tema era el tren y no poder dormir bien, Venecia era solo un día y estaba bueno ir dormidos.
En medio del debate nos cruzamos con un chileno que iba a hacer la inversa nuestra, viajaba de Zagreb a Belgrado en un tren nocturno y en asientos comunes. El nos contó que dejaba el equipaje en Zagreb y viajaba solo con una mochila, sin hostel y durmiendo en trenes... si ese weon (?) hacía eso, nosotros podríamos viajar en otro tren nocturno... y hasta recuperar algunos metros de la Cordillera (?) [Esto es broma, todo bien con los chilenos. Sobre todo con mis amigos que les mando un beso grande si están leyendo :) ]
El tiempo pasaba y quedamos en jugárnosla, era el último tren y de paso teníamos más experiencia en esa cuestión ya que en España a mí me esperarían 3 trenes nocturnos en solitario (también con anécdotas... pero falta un largo trecho aún para llegar a eso, no estamos ni en la mitad todavía).
Con la reserva realizada salimos de la estación.
Zagreb y Belgrado formaban parte de un mismo país, sin embargo eran 2 cosas totalmente diferentes. Los trolebús eran más modernos y la ciudad entera estaba intacta.

"Frente a la Estación de Trenes"

El primer problema que tuvimos, junto con la lluvia, era que no teniamos moneda local. Al ser las 18 hs, tampoco teníamos bancos abiertos. No encontramos casa de cambio alguna y no podíamos jugárnosla a buscar porque tampoco teníamos mapa. Si todo era como en Belgrado, podríamos subir al trolebús y evitar pagar. Nos pusimos a esperar y esperamos unos 20 minutos nuestro transporte (todo cronometrado desde la parada donde indicaba cuantos minutos falaba para que llegue el que nos correspondía).
Subimos sin pasar tarjeta, al igual que todos los que subieron con nosotros... pero no pudimos evitar sentirnos unos delicuentes y que todos nos observaban. Solo fueron 4 paradas, pero nos transpiró el culo como le transpiró a O.J. antes de declarar (?)
En nuestra parada se largó a llover y fuimos al hostel a paso apretado.
Al llegar nos reciben con un "shot" de bienvenida, debiendo decepcionar al recepcionista al aclarar que ninguno de los 3 bebia alcohol. El buen empleado nos cambió los "shot" por unos té.
Tras el papeleo de siempre preguntamos para ir a comer y nos aclara que sin moneda local no podíamos hacer mucho. Al ver el hambre y la desesperación en nuestros rostros, nos ofreció cambiarnos él lo que había en la caja y así zafar de la situación. El problema era que no había mucho en la caja así que deberíamos sumar con mucho cuidado. En ese momento conocimos a nuestro "roomie", un azerbayano que vaya a saber uno de que país era (?)
Al salir vimos esto:





Ni siquiera ibamos a poder hacer un recorrido nocturno, por lo tanto comimos unas porciones de pizza de parados, con un agua compartida, y nos iríamos a dormir para levantarnos bien temprano y recorrer todo lo que podamos. No olviden que reservamos el tren nocturno y eso hacía que a las 17 debiamos estar en el hostel preparando todo para ir a la estación de trenes.
Volvimos al hostel y nos fuimos a dormir con la habitación en solitario ya que no volvimos a ver a nuestro compañero de Azerbayán...

Al otro día nos levantamos con una pequeña anécdota que en el momento resultó motivo de burla. No diré cual fue (?) pero uno de mís amigos al levantarse se tiró un pedo de esos que quedan para la historia. Ale dice "Webby, hay gente..." y nuestro amigo haciéndose el boludo, en un perfecto español, pregunta "Sí, ¿quién está? ¿está Claudio?", intentando hacerse el boludo como si el azerbayano hablara español y pensara "ah, no se dió cuenta que estaba" o "se creyó que yo era el amigo que se llama Claudio", ese pibe iba a volver a su país atemorizado por aquella bomba de estruendo (?)
Bajamos a tomar un potente desayuno y emprendimos camino.
El día estaba nublado pero no llovió.
Al ver el mapa notamos que no había muchos puntos marcados así que decidimos ir a los que ahí indicaban y perdernos un poco.
Zagreb es una ciudad muy linda. No tiene mucho para ver y es de pequeñas dimensiones, tardamos solo 2 horas en recorrer todo el mapa. Dejo unas fotos del recorrido:




Esta parte de las fotos fue yendo hacía la parte alta de la ciudad. En el borde con los bosques y las montañas, encontramos esta calle peatonal y filmamos el siguiente video:
En medio del recorrido, dirigiéndonos en bajada, encontramos unas calles con túneles muy copadas y pintaron las fotos nostálgicas (?)





Una vez que volvimos al inicio de nuestro recorrido compramos unas porciones de pizza (no había mucha variedad de comida al paso) y nos tiramos a comerlas en una plaza. En el momento exacto que Ale comenta "escuché que todos los días al mediodía tiran un cañonazo", se escucha una explosión y miles de palomas pasan volando por nuestras cabezas, zafando de las cagadas por unos cuantos milímetros.
Ya volviendo al hostel nos encontramos con algunos monumentos y dimos una vuelta por un vivero bastante copado.

"David Bowie (?)"

 "Les dije: vayan al puente que les saco LA foto... no mentí (?)"
Finalmente volvimos al hostel y nos preparamos para irnos. Al abandonar el hostel intercambiamos unas palabras con la dueña que nos decía que era imposible que solo haya un tren a Venecia y entre intentos de llamados a la estación no nos quedó otra que partir y ver que nos deparaba este tren...
Al llegar a la estación, y en medio de un frío importante, decidimos ir a comer. Encontramos una especie de bodegón muy copado y nos morfamos un pollito a la plancha con papas para limpiarnos un poco de todas las harinas que veníamos comiendo.
Volvimos a la estación y nos pusimos a esperar el tren, sin imaginar todas las cosas que nos iban a pasar en las horas siguientes...  

1 comentario:

  1. Jajajajaj yo sabía que se encontrarían con alguno chileno, esos weones aparecen de la nada y en el lugar menos esperado xD

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