miércoles, 11 de abril de 2012

Día 7-8 - Budapest

Abandonamos Viena en una fría mañana. Desayunamos algo sentados en el piso de la estación y fuimos a nuestro andén a esperar nuestro tren.
Con la puntualidad que caracteriza a estos sujetos, el tren llegó a la hora indicada.
Sinceramente no recuerdo mucho de este tren, no sé si todo lo que pasó después me hizo bloquear el último viaje en paz, pero solo recuerdo cuando llegamos a la estación de Budapest.
Al bajar del tren hicimos lo mismo que hicimos en todas las estaciones desde Alemania, reservar asiento para el próximo destino. Aunque en esta ocasión era sacar boleto ya que el Eurail no cubría Serbia.
Vamos a hacer unas aclaraciones aquí; el Eurail es un boleto que vale por días de viaje (en nuestro caso eran 10 en 2 meses), el billete en general conviene ya que el promedio del precio del boleto de tren es de unos 100 Euros (y hasta más). Con nuestra elección nos llevaba a un promedio de 50/60 Euros por viaje más las reservas.
Sabiendo lo del Eurail prosigo con lo del pasaje a Serbia.
Mientras esperábamos en una larga cola notamos que la estación de Budapest bajaba unos escalones con respecto a las otras. Acá solo había 3 andenes y era un poco más rústica, al estilo Retiro. Es decir, era linda pero antigua, no era un edificio cuasi futurista como los que habíamos pasado.
Me quedé cuidando los bolsos y Ale y Webby sacaron los boletos. He aquí la curiosidad, y el anuncio de lo que se vendría, que no solo nos salió 15 Euros cada uno sino que además estaba escrito a mano...

"La peor foto del mundo (?), sacada por Webby, pero es el único registro que tengo de ese boleto."

En fin, no quiero adelantarme a lo que viene en el próximo capítulo.
Ya con el boleto en mano salimos a tomarnos el subte e irnos al hostel.
Aquí la cosa se ponía copada, el clima era muy agradable y podíamos ir menos abrigados.
Al llegar al lugar donde pararíamos, nos encontramos con una casona antigua pero muy copada. Nos indicaron las poquitas cosas atractivas de la ciudad y fuimos a dejar las cosas en la habitación. Al entrar se nos dice que tenemos un compañero argentino, que estaba paseando, y un australiano que se encontraba hablando por teléfono, cuando cuelga nos saluda con ese simpático acento australiano y un zezeo hermozo y delitziozo como una zalzhitzha de Viena (ah, en Viena no vimos una puta salchicha... vieníssima Fuck You (?)). Intercambiamos unas palabras con el exquisito australiano que era una fusión entre Jorge Ibañez y Flavio Mendoza y rajamos a iniciar nuestra travesía.
Primero deberíamos comer y justo frente al hostel había un negocio que vendía sandwichs (sanGuches) y sopas. Los 3 optamos por un Paninni de Muzarella y Tomate que aún hoy sigo saboreando, Ale acompañó su pedido con una sopita de tomate que estaba para chuparse los dedos. Entre el clima y lo rico de la comida, el humor cambiaba para bien.

"Panza llena, corazón contento (?)"

De ahí arrancamos a caminar.
A las 3 ó 4 cuadras ya teníamos el puente para cruzar el Danubio y llegar al primer punto, una Estatua de la Libertad de los húngaros, podría contar algo o poner el link de Wikipedia, pero no lo van a leer...

"¿Hasta ahí debemos llegar? Me cacho en die` (?)"

Como ven en la foto anterior, la cosa era lejos y muy alto. El problema de la altura no nos asustaba ya que nos acostumbrábamos a que todo sea cuesta arriba pero en esta ocasión eran unas hermosas escaleras que nos quemarían las piernas.
Antes de continuar con nuestro ascenso, les dejo un video de Ale con la panorámica del lugar:



A medida que subíamos éramos recompensados con balcones para tener estas maravillosas vistas de una hermosísima ciudad.

  
Finalmente llegamos a la cima y teníamos un balcón enorme con un pequeño museo de armas al aire libre.  

"Todo ese esfuerzo para esta mierda (?)"


Video:




Desde ahí solo nos quedaba ir al siguiente destino, el Palacio de Buda, que se encontraba de ese lado del Danubio, en la parte de Buda (la de enfrente es Pest... BudaPest. Simpático, ¿no?). A que se pensaron que era el gordo pelado (?)

"Con zoom, estaba lejos el asunto..."


Emprendimos la bajada desde aquella cima en medio de árboles y flores de todos los tamaños y colores. Al llegar al nivel del río nos fuimos metiendo en calles hasta perdernos. En medio de aquellos caminos equivocados nos encontramos con un pequeño castillo.

 "Soy un Game Of Thrones (?)"


Al ver que no nos ubicábamos con el mapa, preguntamos y nos indicaron como llegar.
Cuando lo encontramos vimos que había un Funicular, pero eso cuesta plata así que decidimos ir por nuestras conocidas "escaleras para ratas" (?)
Desde el castillo tomamos algunas fotos, el lugar era increíble y la vista hermosa. Dejo unos videos de ese momento:



Y dejo fotos también:

"Ruinas antiguas en el Palacio"
"El lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad"

Habiendo recorrido todo el Palacio, cruzamos el Danubio y volvimos al hostel.

"El Castillo de Buda desde el otro lado del Danubio"

Una vez en el hostel hicimos un poco de fiaca y salimos a comer. Encontramos un restaurante muy copado y pedimos con el Webby una comida que nos acompañaría por muchos países: los Fideos a la Carbonara.
Habiendo cenado y recuperado energías, con una noche agradable que se prestaba para disfrutarla, salimos a caminar y decidimos, gracias a los reflectores que nos llamaron la atención cuando estabamos ahí arriba, ir a ver de noche El Palacio de Buda. 
Apenas llegamos al puente encontramos una cena en un barco y nos disfrutamos del final de este bailecito:



Y tomamos algunas fotitos tratando de hacer magia ante la poca luz.


Y video panorámico:



De ahí volvimos al hostel para dormir. Antes de acostarnos nos encontramos con el argentino e intercambiamos experiencias, en especial porque estabamos medio podridos de hablar en inglés y necesitábamos contarle a alguien en nuestro idioma todo lo que habíamos recorrido... que no era ni un tercio del viaje.
Al otro día nos despertamos tempranito y desayunamos.
Antes de contar el segundo día vamos a aclarar lo siguiente. Cuando desayunábamos vimos a nuestro deliziozo amigo auztraliano, un brasilero que estaba por ahí dando vueltas siempre, una finlandesa y nadie más. Lo extraño era que en el hostel había muchos orientales y muy maleducados. A esta altura no nos molestaba que no saludaran, pero acá solo aparecían, lavándose siempre los dientes, en los momentos que ocupábamos los baños golpeando de forma insistente como si uno fuera a desmaterializarse a causa de los golpes en la puerta. La cosa puede sonar exagerada, pero estábamos en el baño, indicábamos que estaba ocupado (Occupied, Busy, Ocupado, ¡NO!) y a los segundos volvían a golpear, era extremadamente fastidioso.
En fin, luego de desayunar tomamos para el otro lado y recorrimos el sector de Pest. Solo nos quedaba ver una plaza con el monumentos a sus héroes históricos, que eran muchos y de variadas épocas. En el camino encontramos La Casa del Terror que era un edificio donde torturaban a los esclavos, primero fue tomado por los nazis y luego por los comunistas, ambos lo utilizaron con fines macabros.

 
Y Ale filmó este video:


En el camino nos encontramos con muchos monumentos de diferentes personajes de diferentes tiempos, con armas antiguas, vestidos con yelmos y escudos y hasta más actuales con armas y trajes militares.
 
"Un campeón en la Plaza de los Héroes (?)"


La plaza de los héroes tenía muchos monumentos (para verlos de cerca dirigirse a mí facebook y ver las fotos de "Budapest Día 2") de tipos de todas las épocas, tantos años de historia tienen que resulta asombroso ver la cantidad de próceres ahí representados.
Al sentarnos un rato vimos que, según el mapa, a los pocos metros teníamos el Castillo de Vajdahunyad. Sin dudarlo emprendimos rumbo a ese sitio. Al llegar quedamos muy sorprendidos, el lugar era espectacular.


Adentro nos encontramos con una estatua muy particular de un notario del siglo XII y no dejamos pasar la oportunidad de sacarnos una foto.


Mientras seguíamos pensando quién podría ser ese anónimus y veíamos la bella arquitectura del castillo, nos encontramos con esto:

   "Drácula, guachín (?)"


Al salir de ahí fuimos a comer. No tuvimos mejor idea que ir a comer al lado del zoológico con un hermoso olor a mierda acompañando nuestras hamburguesas. Aquí superé totalmente todos mis caprichos, la hamburguesa que pedí traía TODO y las cantidades más grandes eran de pepino y cebolla, dos cosas que de solo escucharlas me daban asco. No solo me comí toda mi hamburguesa gigante cargada de cosas sino que me comí la de Webby (¡Que feo sonó!) porque no lo toleró. Es más, ante la bronca que tenía, fue y se pidió un pancho, cuando le tomaron el pedido la chica que atendía agarró todos los condimentos dispuesta a arruinarle el viaje a Webby y éste le dijo "¡NO! Just bread and hotdog", decepcionando totalmente a la húngara que le puso una cara de tristeza que nos partió el alma. Allá de chicos los educan para hacer las cosas de una forma, sino decepcionan a sus dioses (?)
Llenos de comida condimentada, nos sentamos en un lago a cagarnos de risa con unos patos y como no quedaba nada más por hacer volvimos al hostel. En el camino, antes de detenernos a tomar un tecito con unas facturitas, nos cruzamos con un monumento a la Cortina de Hierro, una pedazo del Muro de Berlín y la ópera de Budapest:

      
También nos sentimos un poco observados...

"Solo para entendidos."


Al merendar regresamos al hostel y preparamos todo para partir, nos íbamos a enfrentar a nuestro primer tren nocturno de 15 Euros y con boleto escrito a mano...
Pero antes, el final. Compramos unos fiambres y fuimos al comedor a cenar. Justo se encontraban allí el brasilero, la finlandesa y nuestro zabrozízimo auztraliano. Mientras comíamos nos pusimos a socializar en una entretenida charla que pasaba del inglés al portuñol. El brasilero era el que más hablaba pero los otros dos se sumaban cada tanto. Entre tanto ir y venir, hablar de viajes, de formas de viajes, de Brasil, de Argentina, de Finlandia, de Australia, no aguanté más y saqué todo lo que tenía adentro... lo miré al brasilero a los ojos y le pregunté "¿Es verdad que Pelé debutó con un pibe?", a lo que, con la serenidad de un monje budista, me responde "Claro, pero ya es normal para nosotros." Nunca entendí si es normal que Pelé haya debutado con un pibe o es normal debutar con un pibe para los brasileros...
La divertida charla había consumido nuestro tiempo y debimos abandonar el hostel. Tengo una anécdota de uno de mis compañeros, que no diré quién es pero que sus cabellos son dorados (?) que no puedo contar por acá, así que si sale en alguna cena o charla, puedo decirla sin que quede registrada en ningún lado.
La que sí puedo contar es la que vivimos cuando fuimos a buscar las mochilas. Ale se había ido primero a la habitación y cuando entramos lo vemos hablando con una chinita que estaba sentada en su cama con una almohada encima de su vientre. Saludamos, intercambiamos unas palabras entre nosotros y, cuando nos estábamos poniendo las mochilas, la chinita se para en culo a cambiarse... Yo cerré los ojos y miré a la pared, no por vergüenza sino porque si intercambiaba miradas con alguno de los chicos iba a explotar de la risa. Al dejar la habitación el comentario de "¿Qué pasó?" fue el inicio de un debate desde la puerta del hotel hasta la estación de trenes.
Finalmente la hora había llegado. Las puertas del hostel se cerraron a nuestras espaldas y tomamos el subte a la estación de trenes. En ese momento empezaba una de las mejores anécdotas de todo el viaje que contaré en el capítulo siguiente: Belgrado.        

2 comentarios:

  1. Excelente!!!! Me encantó esta entrada! jaja
    Que onda ese billete???? Habrá que esperar

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  2. espero la anecdota del compañero de cabellos dorados (?) tambien quiero saber que paso con la chinita en budapest

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